Estas últimas semanas he estado maquillando sin ideas fijas, sin presiones, simplemente para dejarme llevar y disfrutar de algo que quienes trabajamos en social a veces sin darnos cuenta, descuidamos. Se trata de la libertad de crear algo porque sí, simplemente por diversión y por amor al arte.
En esta entrada quiero compartir una reflexión sobre el contenido que todos los compañeros compartimos en nuestras plataformas.
Por ejemplo, muchas veces me piden que muestre más mi trabajo en maquillaje social (novias, antes/después, invitadas, etc). El maquillaje social es mi principal trabajo desde hace 11 años, que no esté tan presente en mis redes no quiere decir que esa parte de mi trabajo no exista. Y es que parece que esto es lo único que debería compartir un maquillador para ser considerado como tal.
Cuando tengo la oportunidad de crear contenido libremente tanto para mi misma como en una sesión de fotos, no me motiva hacer lo que hago siempre (y que por supuesto me encanta, pero es algo que hago todos los días). Es vital para mi salir de ahí también y jugar con la parte más creativa del maquillaje y la fotografía, para junto al maquillaje social y la formación, sentirme completa como profesional. Siento que puedo ser yo al 100%, sin tener que cumplir con las exigencias de un cliente, simplemente hacer lo que me apetezca. El problema es que a veces creamos y actuamos por lo que se supone que debemos hacer, y no lo que realmente queremos hacer.
Muchas personas cuando ven un maquillaje sólo se fijan en cuantas manchas has podido tapar. Para mi eso no es lo único que tiene valor en un maquillaje (que lo tiene, y mucho) y no me motiva hacer ese tipo de contenido actualmente.
¿En qué momento hemos reducido el maquillaje sólo a esto?
No me gusta ver el maquillaje como algo que debamos usar para cambiar, y mucho menos me motiva tener que demostrar que sé maquillar.
Si algunas personas necesitan ver cómo tapamos una mancha para darnos valor como profesionales, sencillamente creo que no vemos el maquillaje de la misma manera. Y no pasa nada, hay miles de profesionales que ofrecen conceptos diversos del maquillaje y tenemos la libertad de poder elegir y disfrutar de cada uno de ellos. No tenemos que hacer todos lo mismo, porque al final atraerás lo que tú mismo ofreces. ¿Consideras que lo que ofreces te representa como profesional y encaja con tus valores?
Las personas estamos guapas sin maquillar y lo estamos más maquilladas, no veo el maquillaje desde un punto de vista de corrección, sino una herramienta para sublimar nuestra belleza (algo que todos tenemos y no depende sólo de nuestra cara). Por eso no me siento cómoda con el concepto de las «transformaciones», porque aunque yo lo sienta de otra manera, el mensaje que captan los demás es inevitablemente distinto.
Cuando me pongo delante de una clienta no veo defectos, no veo si es más guapa o menos guapa (lo que sea que signifique eso), sólo veo rasgos a potenciar y explotar para sacar lo mejor de ella, no me gusta que se compare con su versión sin maquillaje porque siento que desde fuera se les reduce sólo a eso, y personalmente no me siento cómoda con esa idea.
No estoy en ningún momento hablando de otras profesionales que trabajen con este formato, de hecho, tengo grandes amigas que se dedican a esto. Hablo de mi, de lo que yo personalmente percibo en mis redes.
Como decía antes, hay personas que sólo ven si has tapado más o menos imperfecciones. Yo veo la armonía de los tonos, el efecto del brillo en la piel, la forma que se le ha dado al maquillaje en los ojos, la pulcritud de las líneas, el posicionamiento del colorete, bronzer, iluminador, cómo se ha tomado la fotografía, la iluminación… veo técnica, veo creatividad, veo efectos. Veo cómo cambia la expresión de la mirada en esa persona, la luz en su piel. Me importa poco si la persona es más o menos guapa (desde lo que socialmente nos dicen que es ser fea o guapa, porque yo no veo a las personas así).
Se puede ejecutar mal un maquillaje en una modelo también. Como maquillador no lo vas a tener más fácil por eso. Si así fuera, cualquiera podría maquillar y nadie se formaría. Evidentemente un efecto lucirá siempre más sobre una piel lisa, de la misma manera que un peluquero trabajará mejor en una melena sana y con volumen, pero eso no le libra de hacer mal las mechas o hacer un mal corte. Hay que ver un poco más allá.
Para mi un rostro es un lienzo en blanco para crear. Cuando elijo a una modelo para un look determinado no es porque sea «guapa». Si hablamos de crear un maquillaje con un fin puramente creativo, no correctivo, me fijo en sus facciones y cómo se van a adaptar a lo que quiero transmitir, su expresión o el personaje que tenga que crear. Creo que muchas nos comparamos con las personas que vemos en las fotos y eso es un error. Es un error pensar que no podemos hacernos el maquillaje que queramos y que nosotras no podemos estar preciosas también. El maquillaje es algo tan bonito que reducirlo a algo tan simple me parece muy triste.
Me gustaría que todo el mundo pudiera apreciar la belleza de un maquillaje sin juzgar ni compararse con lo que hay debajo, simplemente apreciando cómo se ha ejecutado, inspirarnos, observar la técnica o lo que el profesional intente transmitirnos. Ni siquiera es necesario tapar siempre una mancha o un granito, no todas las personas necesitan eso para verse mejor. De hecho, yo hay veces que algunas manchas ni las veo, me fijo en cómo potenciar otras cosas y eso pasa a un segundo plano. Se trata de embellecer, no de poner una máscara.
Las imperfecciones no son algo que nos defina y el maquillaje es algo más que eso. El maquillaje es una herramienta para expresarnos, ser libres, creativos y explorar una parte de nosotros, pero nada de esto tiene sentido si no nos queremos y aceptamos antes.
En las redes sociales podemos encontrar cientos de perfiles con profesionales que regalan cada uno una visión del maquillaje. Todos tenemos nuestro lugar y debemos expresar lo que nos defina mejor.
Creo que hoy en día se nos pide a los maquilladores que hagamos todos lo mismo y se nos compara constantemente entre nosotros. Todos somos diferentes y tenemos algo único que ofrecer.
Lo único que planteo es a la hora de elegir lo que mostramos en nuestras redes es:
¿Realmente lo hacemos por nosotros o por los demás? ¿Estás haciendo lo que realmente quieres o lo que crees que los demás esperan de ti? ¿Te representa?
Porque estamos aquí dos días y no creo que merezca la pena basar nuestro trabajo en lo que los demás esperan de nosotros. Mira dentro de ti y pregúntate qué disfrutas realmente hacer. Mira tu perfil de Instagram y pregúntate si lo que ves define lo que el maquillaje es para ti. Siempre habrá gente que querrá otra cosa o esperará más, pero no se trata de que tú cambies ni de que te exijan hacer lo mismo que otra persona. Quizá esa persona está buscando en el perfil equivocado. O quizá es que estás atrayendo el público que no quieres porque estás ofreciendo algo que no te representa.
Y como espectadores y consumidores de redes sociales ¿Nos representan las personas que seguimos? Y si no es así ¿por qué lo hacemos? En mi caso, sólo sigo a personas que representan mis gustos y valores, que me inspiran y me ayudan a crecer.
No necesitas a todos los seguidores del mundo, sólo necesitas a un grupo de personas que compartan tu visión. Crea el contenido que te llene, que te haga feliz. Porque si lo haces desde el amor siempre atraerás al público que demande lo mismo que tú.
Si lo haces por aparentar o por lo que exigen las marcas tendrás un público que busque algo que no eres. ¿Qué sentido tiene eso?
Creo que nadie debería trabajar para demostrar nada. Al final, las personas que te contratan o te siguen ya confían en ti, no tienes nada que demostrar. Valoro muchísimo la confianza de las miles de personas que habéis venido a mis cursos y las personas que habéis contado conmigo para vuestra boda precisamente por eso. Estoy muy agradecida de tener una audiencia que vibre en la misma frecuencia que yo.
Para 2018 me he prometido a mi misma crear sólo el contenido que me represente y me llene el alma y no hacerlo por encajar o intentar agradar a los demás. Hacerme responsable de lo que comparto y en consecuencia de lo que atraigo. Y si alguien se debe ir, no pasa absolutamente nada, la gente tiene que seguirte por ser tú mima, y si no se siente representada con lo que compartes, encontrará a otra persona que lo haga. Y eso es lo bonito de tener tantísima variedad de profesionales a nuestra disposición, que podemos elegir lo que más nos guste.
Estad atentas a mis redes la semana que viene porque tengo preparado algo especial :) Algo que representa lo que realmente me hace feliz hacer.
¡Un abrazo y Feliz Navidad!
Me encanta tu post, me encanta tu trabajo y me encantas tú como profesional del maquillaje. Aprendo de ti todo lo que puedo. Gracias por compartir tu sabiduría y experiencias!!!
Me encanta tu post yo también comparto, a mi poco me gusta mostrar el antes y. Después o las llamadas transformaciones, esos cambios tan radicales que dejan irreconocible a las personas. Aplausos de pie 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
No lo has podido definir mejor Maria. Sentí la misma sensación en la última sesión de fotos que tuve y la modelo comentaba; yo sin maquillar… yo la veía guapísima de las dos maneras. Potencie sus ojos y sus pómulos y como bien dices realcé su belleza. Me gusta esta manera de verlo porque es la filosofía que siempre compartía Kevin Aucoin.
Yo no sé pintar cuadros pero cuando maquillo me evado tanto, que a veces ni hablo, y me imagino que es lo mismo que siente un pintor.
Gracias por dar a conocer esta visión del maquillaje que muchos también sentimos.
Lo bueno de tener tantos seguidores, en este caso, es que puedes llegar a más gente y que les lleve a pensar en este tema.
Feliz navidad 🎄
Me encanta tu esencia, tus principios,tus valores, tus ganas, impresionante la entrada, no puedo estar mas de acuerdo.
Gracias por estos post tan inspiradores, por regalarnos parte de tu tiempo y compartir tu filosofía. Gracias por ser un ejemplo de profesionalidad, constancia y trabajo. ❤️
Hola María ¡Qué gusto da ver (y leer) tu trabajo! Transmites justo lo que piensas con tus obras de arte.
Una reflexión muy bonita que se puede adaptar a casi todas las profesiones y que podemos aplicarnos incluso en nuestros pequeños actos diarios.
Me encanta formar parte de tu audiencia.
¡Felices fiestas!
Hola María. Desde la perspectiva de una persona no profesional que me maquillo desde hace años( porque ya tengo unos cuantos) que he aprendido mucho de profesionales como tú (tengo tu curso de piel) y de otros profesionales que difunden su trabajo en redes, te digo que cada vez me gustan más los profesionales como tú que transmiten que el maquillaje es mucho más que colorear caras y tapar imperfecciones. Profesionales que tienen en el maquillaje un modo de ver la vida y que lo transmiten y comparten. Por eso te doy las gracias,por lo que aprendo de maquillaje y por lo que aprendo de la vida.
Me ha encantado tu artículo estoy totalmente de acuerdo, solo que cómo la mayoría de los trabajos son de belleza social nos olvidamos de poder crear e inspirarnos… yo tengo también en mente crear cosas de caracterización y así dejar volar mi imaginación 😍
Bravo María, como siempre las palabras justas. Me hicieron reflexionar, porque muchas veces uno se siente presionado por los demás y nos olvidamos de lo que realmente queremos. Sigue adelante así como eres, que si estamos ahí es por ti, por como eres, por tu trabajo, que es impecable.
Saludos.
Leyendo tu post me doy cuenta que no solo es el maquillaje. Es todo, esa filosofía hay que aplicarla absolutamente a todo lo que hacemos y en mi caso (no soy maquilladora) a los perfiles que sigo. Llegar al punto al que has llegado, liberándote de las marcas que testan en animales, haciendo lo que realmente quieres y te hace feliz, es duro pero…transmites sinceridad, profesionalidad y bienestar. Enhorabuena! Un abrazo y feliz navidad.